Cuando le das un “NO” a los niño es una respuesta cargada de poder. Si él o ella la escuchan frecuentemente llegará el momento que se digan a sí mismos que no pueden lograr.
Lo que realmente deseas es ofrecer a tu pequeño disciplina positiva, la cual está basada en el respeto, autocontrol y responsabilidad. Para hacerlo, comienza por comunicarte de forma acertada y no siempre con un “NO” radical.
Hay que usar frases muy sencillas del tipo no, las llaves a la boca, no, y acompañarlas de gestos que puedan entender (en este caso, retirárselas con un movimiento suave).
Esta fórmula, a primera vista muy sencilla, es suficiente. Pero habrá que repetirla las veces que sea necesario.
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